La votación primaria de este mes para los votantes de Coral Gables incluye una pregunta sobre la anexión propuesta desde hace tiempo de anexar al vecindario de Little Gables a la ciudad, y la votación podría detener el proceso o ayudar a que avance.
Probablemente detenga el proceso. El avance o el retroceso depende de quién salga a votar.
Los residentes que más apoyan la anexión son los que viven adyacentes a Little Gables, que es parte del condado no incorporado de Miami-Dade. Los que viven más lejos del barrio no están tan seguros de que valga la pena el gasto en impuestos, que asciende a $23,6 millones en el transcurso de cinco años.
La pregunta dice: “¿Apoyaría que la ciudad busque la anexión de Little Gables (el área generalmente delimitada por SW 8th Street al norte, SW 16 Street al sur, Cortez Street al oeste y SW 40th Avenue al este) a la ciudad de Coral Gables a través del proceso de anexión del condado de Miami-Dade y absorbiendo todos los costos asociados a la anexión?”
Palabras clave: “absorbiendo todos los costos”.
Tengan en cuenta que no hay cifras reales en el texto de la boleta. Seamos justos y digamos que parte de los ingresos adicionales que se van a generar por las propiedades ahí cubrirán parte de los gastos. La ciudad estima que seguirá teniendo un déficit de entre casi $5 millones y posiblemente $9 millones durante al menos esos cinco años. Podría llevar más tiempo recuperar los costos. No hay un pronóstico a largo plazo. Y después de bajar el segundo año, aumenta gradualmente cada año después, según las propias estimaciones de la ciudad.
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Y esa no es una idea popular entre la mayoría de los residentes, por lo que el alcalde Vince Lago, que está empeñado en la anexión, ni siquiera quería que el electorado votara al respecto. El año pasado, luchó contra la inclusión del referéndum en la boleta, calificándolo de “error”.
“Debemos confiar en nosotros mismos, como funcionarios electos, para avanzar el proceso y tomar la decisión correcta”, dijo Lago en una reunión de la comisión el noviembre pasado. “No podemos votar sobre todo en base a un referéndum. No es por eso que estamos aquí. Estamos aquí para tomar decisiones y hacer avanzar esto, o votar en contra, si ese es el caso”.
Vaya. Sin duda ha cambiado de opinión desde entonces, ya que esta impulsando otros tres referendos que quiere poner en la boleta electoral — pero está fracasando miserablemente en su intento.
La propuesta de anexión de Little Gables ha sido un dolor de cabeza durante décadas. Los residentes y propietarios de viviendas, tanto de la ciudad como del enclave no incorporado de Miami-Dade, están divididos sobre el tema.
Algunos residentes de Little Gables dicen que están felices de ser parte del condado. Otros dicen que compraron sus casas pensando que pronto serían parte de la ciudad. Los residentes de Coral Gables que viven más cerca del vecindario, que borda la calle 8 al norte y la Ciudad Hermosa en tres lados, están más a favor de la anexión que aquellos que viven más lejos. Y solo por seguridad pública.
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En otras palabras, sin importar de qué lado se encuentren los residentes de la ciudad de Coral Gables, se están agarrando las perlas ante la idea de dejar que los habitantes de Little Gables, una plaza oscura y sórdida de calles con moteles clandestinos, supuestas “casas de drogas” y un parque de casas inmobilarias lleno de gente pobre, ingresen a la Ciudad Hermosa. ¡Qué vá!
El año pasado, la ciudad realizó una serie de talleres que parecían diseñados para convencer a los residentes de que esto sería mejor desde una perspectiva de seguridad pública. La ciudad parece querer esto. El mayor animador es Lago, quien ha realizado una gira mediática para impulsar un voto a favor. Es casi como si tuviera algo que ganar con ello. Y podría ser.
El propietario del parque de casas inmobilarias, que es la propiedad más grande de Little Gables, alguna vez estuvo representado oficialmente por el hermano de Lago, el cabildero Carlos Lago. Ya no está registrado para hacer cabildero en su nombre oficialmente (y no tiene que estar registrado para solo “consultar”, lo cual es un vacío legal en los requisitos de registro), pero recién retiró su registro en la ciudad de Miami en marzo de 2023, después de que Cortadito Político y otros comenzaran a preguntar sobre el momento de la declaración jurada en una presentación de Lago, ganadora del Oscar, en la reunión de agosto de 2022, siete meses antes.
Fue entonces cuando Lago juró, de manera muy dramática, en una declaración jurada firmada, que no tenía ningún familiar vinculado a ningún interés en Little Gables — pero omitiendo de manera evidente cualquier referencia a los hermanos, que está específicamente incluida en el lenguaje de “conflicto de intereses” del condado que utilizó.
La Comisión de Ética y Confianza Pública de Miami-Dade investigó el potencial conflicto de intereses y si Lago violó el código ético con su falsa declaración jurada. No encontraron evidencia de que hubiera omitido deliberadamente la palabra “hermanos, medios hermanos y hermanastros” en el texto.
Entonces fue un error tipográfico? Claro, puedes creerlo. También puedes creer que Lago solo quiere darle a la gente de ese parque de casas inmobilarias un código postal más agradable.
Pero seamos honestos, el hermano del alcalde ciertamente podría ser “recontratado” si la propiedad — de la que incluso hay planes registrados para convertirla en el “Moorish Village” de Coral Gables — estuviera incluido en los límites de a ciudad.
También hay otras propiedades comerciales en la Calle Ocho que podrían volverse populares de repente para algún desarrollo nuevo.
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No hay una campaña organizada contra el referéndum.
“Estoy dejando que los votantes le digan a la comisión lo que quieren”, dijo el comisionado Ariel Fernández, quien fue quien patrocinó la legislación para poner el referéndum en la boleta. La comisionada Melissa Castro es quien insistió en que el lenguaje incluyera “absorber todos los costos”.
La cifra real no podría ser parte del lenguaje de la boleta, según la abogada de la ciudad.
Aunque la pregunta no es un madato — o, diga, no quiere decir que la anexión pase o no pase — se espera que proporcione a los líderes de la ciudad una idea mucho más definitiva de cómo se sienten los residentes.
Y las malas lenguas que votaron por adelantado dicen que no se sienten muy bien: El referéndum está perdiendo por 2 a 1.